Donal Trump Lo que no queremos saber de nosotros
Por Carlos Mayén
El señor Donal Trump fue votado como el personaje más odiado, pero
no fue votado conscientemente, sino que, a través de dichas técnicas, lo
hicimos el enemigo perfecto, lo que necesita el mundo y a su vez reniega.
En la actualidad, podríamos llamar a este tipo de personaje como
"políticamente incorrecto", dicho de otra manera, él dice todo lo que
no se debe de decir, de hecho, dice lo que jamás alguien en su cargo debería
decir.
Entre sus muchas cualidades podemos encontrar, la intolerancia, el
nulo respeto, el lenguaje vulgar, su rechazo a la lectura y su constante promoción
del odio.
Es todo aquello que nos queremos olvidar que existe, pero, aunque
los medios de comunicación lo quieran negar, esto existe y no sólo en él,
aunque así lo quieran hacer parecer. Aún no hemos entendido que, cubriendo el
sol con un dedo, no se acaba el problema.
Donal encarna el deseo de una clase baja, blanca que siente que
a perdió todo por las minorías invasoras de su país… eso se dice y se repite,
pero yo considero que Trump representa el miedo a la otredad, a lo diferente, a
todo aquello que no se asemeja a mí y me puede dañar. El muro sólo representa una
fantasía de que el “malo” esta del otro lado y al construir ese muro, ellos se
salvaran, ellos que carecen de maldad y son víctimas.
Pero reflexionemos, ¿qué lugar ocupamos nosotros como sociedad? Si
lo cotidianidad habla, podríamos decir que somos racistas, sexistas, xenófobos
e intolerantes, esas conductas que negamos tener y busquemos la manera de dotar
de esas actitudes a otro.
Al final podemos pensar que odiamos a Trump porque representa
eso que negamos de nosotros mismos, de alguna manera es fácil y aceptable
hacerlo así, dado que no tenemos que reconocer nuestras fallas como sujetos y
podemos andar por las calles como ese sujeto tolerante que aprecia las
diferencias, aunque a la primera explotemos.
Sin embargo, por un pequeño momento Trump nos une y nos mezcla
en el mismo frasco, en el de la tolerancia y lo políticamente correcto. Así
como el muro, pero con él como el malo.
Hagamos una pausa que es de vital importancia, esto no es una justificación
de Trump, sino un ejercicio que trata de pensar el odio hacia su persona o
personaje…, dado que sujetos como él abunda, pero sólo él es señalado, desde la
izquierda o desde la derecha, es el enemigo en común.
Trump es aquel que podemos señalar, atacar y recibiremos apoyo,
es más, de nuestros antiguos enemigos, porque ahora, tenemos algo en común, no toleramos al intolerante.
Ese enemigo en común es detestable, aunque si revisamos a fondo,
ese enemigo, somos nosotros mismos, lo que rechazamos de nosotros y lo
depositamos en aquel que es el basurero mundial, por eso Trump sirve como contención
de la porquería que somos, pero a la vez lo rechazamos por ser eso que no
queremos ver que somos, pero que somos.
ÉL
es nosotros y nosotros somos él,
por eso no lo toleramos, la única manera de derrotar el discurso de Trump es
mirar hacia nosotros y terminar con el Trump interno, sino el externo sólo será
un retrete, donde todos depositamos la mierda que somos, pero no queremos
saber.